CATIE promueve salud y saberes ancestrales en feria realizada en territorio indígena Cabécar

- Durante la feria, el CATIE compartió conocimientos sobre plantas medicinales y nutritivas del Jardín Botánico, y distribuyó semillas criollas de su Banco de Germoplasma.
El 5 de mayo, el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) participó en la Feria de la Salud “Yo me amo y me cuido – Yis jék shkál kika s’jék pasuá”, organizada por el Consejo Cantonal de Coordinación Interinstitucional y el Área de Salud de Turrialba, en el territorio indígena Cabécar de Chirripó.
La actividad realizada en la comunidad de Grano de Oro, reunió a diversas instituciones en torno a un enfoque de salud integral, reconociendo la conexión entre el bienestar físico, emocional, ambiental y espiritual de las comunidades.


Durante la feria, el Jardín Botánico del CATIE compartió con las personas asistentes el valor cultural, medicinal y nutricional de diversas especies de plantas originarias de Mesoamérica, muchas de las cuales se conservan en sus colecciones vivas.
Edgar Alvarado, especialista del jardín, comentó que fue una experiencia muy enriquecedora, por el acercamiento con la población indígena. “Logramos compartir experiencias, mostrándoles algunos de los materiales y especies que se tienen en Jardín Botánico CATIE, los cuales sabemos son de gran importancia para la sostenibilidad alimentaria, preservación y conservación” mencionó.
Se destacó la importancia de reconocer y proteger los saberes tradicionales que han guiado el uso de estas plantas durante siglos por parte de pueblos indígenas y comunidades rurales.
Asimismo, participó la Unidad de Recursos Genéticos de CATIE, encargada del Banco de Germoplasma de Semillas Ortodoxas, una colección que conserva más de 6,000 accesiones de 14 familias botánicas.

La unidad presentó técnicas de procesamiento y conservación de semillas, y distribuyó variedades locales de maíz, frijol, chile, tomate y ayote. Esta entrega busca fomentar el uso de variedades tradicionales en riesgo de desaparecer y contribuir a sistemas alimentarios más resilientes.
Por su parte, Daniel Fernández, del Banco de Germoplasma de semillas ortodoxas señaló como de gran importancia la participación en estos espacios de convivencia e intercambio de saberes con nuestros territorios indígenas. “Para ellos la semilla es un componente cultural, espiritual y alimenticio medular en sus tradiciones y formas de vida. Además, con estos espacios se apertura la distribución de germoplasma qué permite la diversificación de sus modelos de agricultura familiar” dijo.
Karina Poveda Coto, coordinadora de la Unidad de Desarrollo Rural y Comunidades Indígenas del CATIE, reafirmó el compromiso de esta unidad como puente entre los saberes tradicionales y el conocimiento técnico-científico. “Buscamos que cada acción que realizamos responda a las prioridades reales de las comunidades rurales y pueblos originarios, respetando sus visiones y fomentando un diálogo de saberes que construya soluciones compartidas”, señaló.
Con su participación, el CATIE reafirma la promoción de la seguridad alimentaria, la conservación de la agrobiodiversidad y el respeto por los saberes ancestrales del pueblo Cabécar, como parte fundamental de la salud, la cultura y la relación con la Tierra.


Redacción e información:
Karina Poveda Coto
Unidad de Mujeres y Jóvenes Rurales y Comunidades Indígenas
karina.poveda@catie.ac.cr