Escuelas de Campo: espacios vivos de aprendizaje colectivo

- Familia ganaderas hondureñas fortalecen sus conocimientos, mejoran la productividad y construyen soluciones sostenibles frente al cambio climático.
En un contexto de cambio climático y desafíos productivos, el personal técnico del Proyecto MAF–Ganadería–HN impulsa procesos participativos con familias ganaderas hondureñas para promover una producción más eficiente y sostenible.
En el marco del Programa de Capacitación a Capacitadores, la personas facilitadoras del componente de asistencia técnica del Proyecto MAF–Ganadería–HN y de aliados como Ayuda en Acción y ODEF, se fortalecen las capacidades de quienes guían procesos de cambio en el sector ganadero. Estas personas reciben formación práctica y participativa para luego replicar, junto a familias productoras, sesiones dinámicas en las Escuelas de Campo (ECAs).
Las ECAs, ubicadas en los departamentos considerados los más ganaderos del país (Yoro, Colón, Olancho y Choluteca), se han convertido en verdaderos laboratorios de innovación, donde productoras y productores aprenden haciendo: experimentan, dialogan, intercambian saberes y construyen soluciones adaptadas a sus realidades. De esta forma, cada ECA impulsa el desarrollo de una ganadería sostenible, baja en carbono y con rostro humano.
Durante esta jornada, especialistas de CURLA, Zamorano, Heifer y CATIE compartieron conocimientos sobre nutrición y alimentación de precisión, así como sobre control de enfermedades parasitarias en bovinos. Los módulos incluyeron temas como producción de alimento para ganado y enfermedades parasitarias (ecto y endo), impartidos por personal del CURLA; rutina de ordeño y calidad de leche, y carga animal y aforo, por CATIE-Heifer Internacional; y estructura del hato, brindada por Zamorano.
Estas acciones promueven una ganadería más eficiente, resiliente y ambientalmente responsable, alineada con los objetivos del proyecto de mitigar los efectos del cambio climático y mejorar el bienestar de las comunidades rurales.
La ganadería bovina constituye uno de los pilares fundamentales de la economía rural hondureña, aunque enfrenta importantes desafíos: deficiencias nutricionales en el hato, baja productividad y alta incidencia de enfermedades parasitarias, especialmente en zonas tropicales.
Ante estos retos, el Proyecto MAF–Ganadería Sostenible–HN trabaja desde 2023 en la implementación de prácticas ganaderas de precisión, orientadas a optimizar el uso de recursos alimenticios y mejorar la sanidad animal, contribuyendo al mismo tiempo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Principales avances y aspectos destacados
Entre los resultados más destacados de las jornadas se encuentran:
Más de 2,111 productores y productoras capacitados en prácticas sostenibles que integran el conocimiento local con herramientas técnicas modernas. De ellos, 15.8 % son mujeres, 15.15 % jóvenes hasta 30 años, 65.5 % adultos hasta 50 años y 19.3 % adultos mayores, reflejando el compromiso del proyecto con la inclusión y la equidad de género.
Implementar planes de alimentación de precisión, que mejoran el aprovechamiento de forrajes y reducen la dependencia de insumos externos.
Reducir potencialmente las emisiones de GEI, gracias a un manejo alimenticio más eficiente y balanceado.
Diseñar programas antiparasitarios adaptados al contexto local, fortaleciendo la sanidad del hato y la productividad.
Participación activa de mujeres y jóvenes rurales, promoviendo la inclusión y el liderazgo comunitario.
Con estas acciones, el MAF–CATIE reafirma su compromiso con una ganadería hondureña sostenible, rentable e inclusiva, basada en la combinación de conocimiento técnico, educación participativa y compromiso ambiental.
Voces del terreno
“Aprendimos a calcular cuánto alimento realmente necesita nuestro ganado y cómo aprovechar mejor los pastos que producimos en la finca”, comentó Alexis Rigoberto Espinal, de la comunidad de Jicaral, Linaca, Choluteca.
“Con el plan de desparasitación ahora sabemos prevenir enfermedades antes de que afecten la producción. Es una mejora para nosotros y para nuestros animales”, añadió Edas Mondragón, facilitador de Choluteca.
Según el M.Sc. Josué Mauricio Flores, especialista de la jornada de nutrición, “estas capacitaciones permiten que las familias ganaderas se conviertan en agentes activos de cambio, aplicando prácticas más eficientes que benefician tanto a la economía familiar como al medio ambiente”.
“Cuando las familias ganaderas aplican sus conocimientos para producir leche de calidad, tienen mayor oportunidad de vender mejor su producto en el mercado. Las buenas prácticas de ordeño hacen más productiva y sostenible la finca ganadera”, expresó Francisco Erazo, facilitador de Olancho.
“Las buenas prácticas de ordeño, como el manejo preventivo de enfermedades y el uso adecuado de medicamentos, han permitido elevar la productividad y reducir las emisiones de carbono”, comentó Héctor Yovani Rueda, productor de Balcanes, Choluteca.
“Conocer la estructura del hato es básico para el funcionamiento de la finca, ya que permite identificar áreas de mejora, definir metas productivas y orientar la visión del negocio ganadero”, destacó Juan Carlos Galeano, facilitador de FEGASURH, Choluteca.
“Este proceso de formación nos permite estandarizar criterios y unificar procesos para impulsar, de manera articulada, una ganadería sostenible en lo económico, ambiental y social. Al involucrar actores de todos los sectores, aumentan significativamente las posibilidades de alcanzar ese objetivo; de hecho, el proyecto ha sido diseñado precisamente con ese enfoque”, destacó Edwin García, coordinador del componente de Asistencia Técnica del proyecto.
Sobre el proyecto MAF Ganadería Honduras
El Proyecto MAF–Ganadería–HN continuará fortaleciendo las capacidades locales mediante jornadas de campo y módulos técnicos enfocados en eficiencia productiva, resiliencia climática y sostenibilidad ambiental.
En los próximos meses se prevé ampliar las capacitaciones a otros departamentos del país, integrando temas de mejoramiento genético, manejo de estiércol y adaptación al cambio climático.
De esta forma, el MAF reafirma su compromiso con una ganadería hondureña baja en emisiones, rentable e inclusiva, que mejora la productividad sin comprometer los recursos naturales ni el bienestar de las comunidades rurales.
Más información y redacción:
Gina Samanti Puerto Morazán
Comunicaciones
Transforming the Honduran Livestock Sector
into a Low-carbon Economy
MAF-Ganadería-HN.
gina.puerto@catie.ac.cr